lunes, 29 de noviembre de 2010

Lo que puede hacer un huevo en la mente humana


LLevo dos meses indignada cada vez que llegaba la hora del almuerzo y veía que uno de mis niños traía para comer, de vez en cuando, un sandwich de patatas fritas, muy común aquí, por otra parte, que te las metan para hacer bulto en el kebab. La madre, de descuidada para arriba en mi mente, sin gusto, sin paciencia, sin amor.
Mañana es el día de la fiesta nacional, y cada uno tiene que ir con el vestido típico de su país y llevar algo de comer se su tierra.
Al llegar de trabajar me he ido a comprar huevos, aceite y patatas y una barra de pan.
Mañana me planto con mi pincho de tortilla.
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jueves, 11 de noviembre de 2010

Los borrachos dicen la verdad y los resacosos la descubren

Ve a trabajar habiendo dormido poco y con una resaca de muerte. Y cuando te queden 10 minutos para que entren 30 niños gritando y hablándote a la vez, te rendirás: si no puedes con ellos, únete.
Te verás obligado a reirte con ellos, a disfrutar con su imaginación, a no dirigir demasiado las actividades y confiar en su instinto, a dejar que ellos mismos elijan cómo lo quieren hacer, a pedirles perdón por las cosas que has echo mal ayer. A celebrar lo que son y no lo que tú esperas que sean. A quedarte embobado observando y sorprenderte de lo que ven tus ojos. A disfrutar con tu profesión.
No sé si me estoy dando excusas y es que soy alcohólica, pero tengo que ir más días con resaca a trabajar, porque es el día que NOS lo he pasado mejor.