lunes, 15 de marzo de 2010

La dinámica concha

Un día por la mañana en el trabajo me dí cuenta de que algún niño había dejado una concha bastante bonita encima de mi mesa.
Como a veces traen cosas para jugar y las dejan encima de mi mesa para cogerlas a la hora del recreo, pregunté que de quién era.
Era de una niña que es bastante tímida.
-¿Pero te la has traido para jugar en el recreo?
La niña afirmó.
En el primer recreo no cogío la concha. En el segundo, tampoco.
-¿Pero has traido la concha para jugar con ella?
-No.
-¿¿¿Es para mí???
-Sí.
Se me quedó una sonrisa de boba, sólo de pensar en la niñita de 5 años yendo a la playa con sus padres, encontrándose una concha preciosa y ¡pensando en regalármela a mí! Y yo pensando que la pasión de esa niña por las conchas era algo puntual. Y nada más lejos de la realidad. Aque día empezó una dinámica: la dinámica concha.
Como voy mucho a la playa con los perros y cuando hay alguna bonita la cojo, selecciné de entre las más bonitas de mi colección, y al cabo de unos días le llevé una.
-Toma- le dije, en secreto.
¡Y me sonrió!
El mismo día, después del segundo recreo, entre gritos, sandwiches y quejas me apareció entre los demás niños y me puso algo en la mano.
¡Otra concha!
La tenía en su bolsa (inmenso el mundo de las mochilas de los niños y digno de investigación). ¡La tenía en su bolsa!
Conclusiones: uno, que a esa niña le gustan mucho las conchas; dos, que ha compartido algo que le gusta mucho conmigo; tres, que yo le he regalado algo que es importante para ella.
Totalmente metida en la dinámica concha, al día siguiente otra de mis mejores conchas le llevé.
Y desde entonces, habían pasado unos días.
Hata que hoy otra niña se ha encontrado una concha en la clase y cuando estábamos en la asamblea me la ha dado.
-¿Te la has encontrado?
-Sí.
-¿Es de alguien esta concha?
Sin respuesta.
-Pues entonces dásela a Mariam, que le gustan mucho las conchas.
Y, recogiendo mi mesa, cuando ya los niños se habían ido, ¡me encuentro con la concha! ¡Mariam me la ha vuelto ha jugar!
Mañana le llevaré otra de las de mi colección, pero esta vez se la dejaré en su mochila, y a ver qué pasa.
Qué emocionante.
Toda esta historia de las conchas, los gustos, el intercambio, el regalo sorpresa y compartir lo que a uno le gusta de verdad.

2 comentarios:

  1. qué historia más bonita...

    ¡¡¡me ha encantado!!! eres genial

    BSS

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  2. Ay... Amelie... Amelie...
    Un besazo enorme. We miss you...

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