miércoles, 10 de marzo de 2010

Qué pena de libros

Qué pena que haya gente dedicada a la educación sin intereses, inquietudes y ganas de dialogar, mejorarse y renovarse. No hace falta ir a un curso para saber más. Uno también puede leer: ¡anda! ¡si para esto están los libros!

Pero claro, también entiendo que leer puede significar una simple decodificación o el aprendizaje de un contenido, y que estas personas probablemente entiendan el acto de leer como lo primero. Por lo tanto, supongo que no tampoco habrán entendido muy bien los libros que supuestamente se haya tenido que leer para estudiar Educación.

O eso he concluido, al verles enseñar a sus alumnos de 4 años, que ni siquiera saben hablar inglés, a escribirlo. O lo que es peor (ya no hablo de fonemas que no pueden pronunciar en este momento), palabras que forman parte de un nivel 4 veces superior al suyo. Y que cuando se les sugieren fases de pre-lectura te miran aturdidos y extrañados.
¿pre-lectura?

¿A quién le importa la prelectura en el acelerado ritmo del s.XXI?

A todos los médicos: por favor, si no saben medicina, ¡no me operen!
A todos los abogados: por favor, si no saben sobre leyes, ¡no me defiendan ante un juzgado!
A todos los que NO saben leer: ¡por favor, no enseñen a leer!
A todos los maestros: si no saben mejorarse, aspirar a realizarse al máximo en todas sus facetas, incluida la laboral, y alcanzar lo mejor de sí mismos, por favor ¡no ayuden a otros alcanzar esta meta!

Porque pienso...
-que si no sé hablar en árabe, nunca se me ocurrirá leerme un libro en árabe.
-que si nunca me cuentan de una manera interesante y atractiva las Mil y una noches y prometen que existe, que la puedo disfrutar yo sola si aprendo a leer, nunca se me ocurrirá preguntar por ella en una biblioteca.

En cambio, sí, aprenderé a leer...quiero decir, a decodificar, cuando vaya al colegio. Ya lo imagino, a un colegio privado y caro que promete niños políglotas a los 4 años, con dominio de la escritura y, por supuesto, solfeo.
Alguien me "enseñará" a leer a los 4 años.
A los 25 decodificaré el ¡Hola!, y dará un poco igual si realmente lo comprendo o no, porque estaré alienada.
Y mientras tanto, miles y miles de apasionantes historias que hubieran despertado en mí tantas inquietudes y deseos, me esperarán eternamente en la biblioteca, pero, como nadie me las enseñó, ¿CÓMO SE ME COURRIRÍA IR A BUSCARLAS? Tampoco, relamente, he desarrollado mis habilidades sociales y ni me ocurre preguntarle a nadie.

Qué pena de libros...

(SOBRE LOS MAESTROS DESMOTIVADOS, LA ENSEÑANZA BILINGÜE, EL APRENDIZAJE DE LA LECTO-ESCRITURA EN LA ETAPA DE INFANTIL Y LOS OXFORD READING TREE BOOKS Y SUS CREADORES)

2 comentarios:

  1. A mis estudiantes no les gusta leer. Además muchos lo ven como algo friki... En algunos tests les preguntamos tu peli favorita, tu libro favorito, y a esto último muchos responden: "el flyer de la disco tal", o "prefiero tener vida"... En la clase, da como caché no leer... Estoy empezando a pensar que hoy día y para muchos, los libros son al cine como la música clásica a la moderna. La música clásica no tiene letra y es más difícil de entender, mientras que la moderna tiene unos ritmos más acelerados adecuados a los tiempos desenfrenados que vivimos. Del mismo modo, un libro tardas varios días en leerlo, en cambio, en una peli te ventilas la historia en dos horas como mucho, la digieres, y a la media hora ya estás preparado para consumir otra cosa. Me encanta la música clásica y me dedico a los libros... así que cada vez me veo más anclado en el pasado... En fin...

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  2. Precisamente la música clásica es una de las cosas que a mí me ayuda a "pararme" en éstos momentos desenfrenados ¿no? sobre todo en el trabajo jajaja

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