lunes, 12 de octubre de 2009

Oxitocinas


-Buenos días, cariño.
-Buenos días.
-¿A qué hora vienen?
-Sobre las 6 ya estarán todos.
-Es mejor que vayamos para allá.
El resto de su familia había cogido el torrente sanguíneo de las 5 hacia el útero (la mayoría desde la hipófisis) para para estar con sus allegados en el alumbramiento: ese odioso ritual.
Y allí se dirigían ellas dos. Tristes. Desoladas. Dos hormonas de clase media.

No es que lo suyo fuera particularmente un caso de mala suerte. Había vivido 8 meses: una edad normal para irse. Ley de vida. (Todos sabemos, por información genética, que esto no siempre es así. Hay otros que tienen la suerte de disfrutar de ellos más tiempo, 4 ó 5 semanas más. También es verdad que en estos casos ya está enorme y no hay quien lo aguante. Otros, sin embargo, lo pierden, desafortunadamente, a los 3. ¡O incluso al mes!)
-Eso es una putada. Eso sí es una putada, lo nuestro no- le decía una a la otra.

-Hay quien se lo toma mejor y hay quien se lo toma peor.
-Yo creo que depende de lo que pienses que viene después. Si crees que hay algo después de irte. ¡Bah! Todo son creencias. Ningún feto ha vuelto para contárnoslo. Yo pienso que cuando te vas, se acabó. Eso de que te vas a otra dimensión, que el feto se lleva parte de nuestra información genética, que es posible que contacte con nosotros a través de la lactancia...hay mucho negocio en esto, y mucho caradura. Yo creo que una vez que te vas, se terminó, no hay nada.

-No sé cariño, a mi lo que realmente me parece terrible es la manera que tenemos de decirle adiós: todas las oxitocinas reunidas, provocando contracciones, ¡como si no fuera suficiente con el dolor de la pérdida! Y tener que estar delante hasta que se va...
-Pero tú sola no podrías hacer frente al dolor. Ellas están allí para apoyarte. Somos hormonas sociales, cariño. Nos necesitamos las unas a las otras.

De pronto se distendió el cérvix uterino y empezaron a llegar. En señal de pésame entre todas comenzaron a producir contracciones, cada vez más frecuentes e intensas.
Como habían contratado expulsión, transportaron el feto desde el útero hasta el exterior, y todas asistieron al alumbramiento...hasta que lo dejaron de ver para siempre.

Las dos oxitocinas volvieron a casa. Parece mentira cómo al montar en el torrente sanguíneo ves a los glóbulos rojos, los blancos y al resto como si tal cosa, como si nada hubiera pasado: la vida continúa.

Al llegar a casa, cenaron y pusieron el neurotransmisor un rato antes de acostarse.
-Los últimos estudios sobre mortalidad anuncian que la esperanza de vida para la población fetal se sitúa del peor, al mejor caso, de 3 a 9 meses...

4 comentarios:

  1. Brutal!!!
    No pares por dios!!!





    (que sexual sueno)

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  2. qué guay que te guste!! gracias! (please, note, que no por todos estos piropos pienso darte ni unnnnn céntimo el día 21 de diciembre!!) ja ja, muak

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  3. re-gracias....
    que suerte tenemos los que te leemos!!!!

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